Llevo unos meses viviendo en Ottawa y he tenido la oportunidad de jugar tres salas de Escape Manor.
La primera vez visité la sala The Gallery, la enésima escape room sobre entrar a robar en un Museo. Sé que la originalidad no lo es todo (no hay infinitas temáticas), pero esta sala se me hizo muy muy similar a otras tantas que ya hemos hecho en Madrid. La sensación fue: ni fu ni fa. No es que sea mala, pero tiene exactamente lo que te esperas cuando ya has hecho unas cuantas habitaciones. Yo no hubiera vuelto a otra sala de la misma compañía.
Sin embargo, durante el March Break, ofrecieron un descuento y nos animamos a probar otras dos: The Darkness y The Panic Room. Disfrutamos bastante de The Darkness. La temática tampoco es super super original, pero tiene muchas pruebas manipulativas y me pareció bastante lógica. Lo pasamos bien.
The Panic Room fue otra historia. Nos la recomendaron aun sabiendo que nuestra primera lengua no es el inglés, y nos encontramos una habitación pequeña llena de acertijos relativos al uso del idioma (incluyendo un scrabble). La trama era absurda y las pruebas no tenían gracia alguna. Salimos de allí bastante tristes y nos fuimos a comer un donut como terapia.
Ahora, me gustaría comentar las principales diferencias que he encontrado entre estas salas y las salas europeas.
Precio: Las salas completas en Europa suelen costar entre 40 y 100€ y depende del número de jugadores: cuantos más jugadores hay, más cara es la sala pero más barato sale por persona.
Aquí hay un precio fijado por persona: 22 dólares canadienses más tasas (13%). Otras habitaciones tienen otros precios, en general más altos (por ser una sala con más tiempo, o un evento especial…).
Capacidad: De 2 a 6 jugadores por sala, igual que en la mayoría de salas Europeas. PERO. Aquí viene para mí uno de los más grandes PEROS de estas salas. No son de uso exclusivo. No reservas la sala entera, sólo un número de plazas, y ellos pueden rellenar la habitación hasta completar los seis huecos. Puedes tener que jugar con desconocidos, y eso, a mí, como super introvertida, me aterra. Imagina, además, entrar en una sala con un grupo de frikis que sólo habla en español… Vaya experiencia
Temáticas: Muy similares a las salas europeas.
Tiempo: 45 minutos. Son un poco rácanos con el tiempo, porque además muchas veces lo que cuesta es arrancar y ponerte en modo «escape».
Pistas: Pistas y «flow». Otro de los grandes PEROS. Además de darte sólo 45 minutos, de meterte gente que no conoces etc., te dan SÓLO UNA PISTA. Por si fuera poco, su avanzado sistema consiste en un máster entrando en la sala, haciéndote perder tu (escaso) tiempo, para ver por dónde vas y qué puede decirte. La pista no es nada sutil, es una solución a un problema que aún te queda por resolver. Si más adelante decides pedir otra pista, tu escape quedará anulado aunque salgas de la habitación a tiempo.
Para mí, este sistema es nefasto: pone por encima de la ambientación, la trama y la experiencia una competitividad que… Tampoco sirve para nada.
Foto final: sólo si has salido a tiempo con una pista o cero. Si no, hazte un selfie con tu móvil.
Dificultad: las pruebas no son gran cosa, pero como te quedes atascado más de cinco minutos estás acabado, tanto por el escaso tiempo como por la ausencia de pistas.
Conclusión: Mejor ir a comer una Beavertail.